La Recoleta: puerta de entrada a la ciudad moderna

Por: Cármen Fernández-Salvador

El Parque de la Recoleta como símbolo del progreso de la capital

La Av. Maldonado fue un eje temprano de expansión urbana que afirmaba la entrada de Quito en la modernidad. Esta vía conectaba el centro de la ciudad con el parque de la Recoleta y con la estación del ferrocarril en Chimbacalle y, por extensión, con la costa y los mercados internacionales.

El Puente y Túnel de la Paz, una estructura de mampostería construida por Thomas Reed en 1864 sobre la Quebrada de los Gallinazos, fue el primer esfuerzo por mejorar la circulación vial con los barrios del sur, a donde gradualmente se trasladaron las fábricas textiles, molinos y barrios obreros (Ortiz Crespo 2005, 97-99). El gran número de fotografías realizadas en la segunda mitad del siglo diecinueve sugieren la admiración que causaba entre los habitantes de la ciudad esta importante obra de infraestructura. Para 1922, el sector se conectó con el bulevar de la Av. 24 de Mayo y la Cima de la Libertad, un eje de conmemoración cívica que orgullosamente mostraba los monumentos conmemorativos de la Batalla de Pichincha (Del Pino et. al. 2009, 44). De esta forma, los peatones o visitantes que cruzaban la vía en automóvil o en los modernos tranvías eléctricos, accedían fácilmente al nuevo eje de conmemoración cívica.

En 1871, el barrio sufrió la primera transformación, con la remodelación de la antigua recoleta de la Peña de Francia, de la orden de Santo Domingo. Estos cambios se dieron para acomodar el centro para la educación y rehabilitación de mujeres, dirigido por las Hermanas del Buen Pastor, quienes llegaron al Ecuador durante el gobierno de Gabriel García Moreno. Sin embargo, más significativos fueron los cambios que tuvieron lugar en 1909, con la edificación del Palacio de la Exposición.

Al igual que las exposiciones internacionales realizadas en años anteriores en París, Chicago o St. Louis Missouri, ésta servía de vitrina para los países participantes, que mostraban al mundo sus avances en ciencias, industria y educación. Construido por el arquitecto portugués José María Pereira, el edificio anunciaba la modernidad del Ecuador no solo a través de los objetos que se exhibían en sus salas, sino también por medio de su arquitectura –una construcción de pesadas columnas de cemento armado sobre la que se levantaba una cúpula de cristal (Del Pino et. al. 2009, 47-48; Vásquez Hahn, 1989).

En respuesta a las preocupaciones en torno al ornato público y el orden ciudadano, sobre la antigua plaza de tierra se construyeron jardines cercados con balaustradas (Soto, 1890, 6). En el centro se colocó una fuente de agua luminosa, similar a las que se exhibían en otras exposiciones internacionales como evidencia del desarrollo tecnológico de la era. Celebrando el progreso del país, en una hoja publicitaria de la fábrica de cigarrillos El Vencedor, entregada como un recuerdo de la exposición, se representa al moderno edificio, sus torres coronadas por esculturas ya desaparecidas. A su alrededor se observan productos agrícolas ecuatorianos, como el cacao, la paja toquilla y el tabaco, que anuncian el futuro industrial del país.

El proceso modernizador del barrio de la Recoleta, no obstante, esconde una disputa entre diversos sectores de la población urbana. Este es el caso de la manifiesta oposición de la Iglesia Católica y otros grupos conservadores a la construcción del Palacio de la Exposición, el que representaba una amenaza para la Virgen de la Escalera (Fernández-Salvador 2022). Esta imagen de la Virgen del Rosario fue pintada por el artista Fray Pedro Bedón a inicios del período colonial, en el descanso de una escalera de la recoleta dominica. Cuando se realizó la remodelación del edificio, en 1871, el muro en donde se encontraba la pintura fue rescatado por los vecinos del barrio, quienes la colocaron en una capilla que se levantó frente al convento (Matovelle, 1910, 291-297). Sin embargo, la construcción del moderno edificio afectó seriamente los cimientos de la frágil ermita. Para proteger la imagen de una inevitable destrucción, se trasladó la pintura a un soporte textil utilizando novedosas técnicas de restauración. En solemne celebración, y acompañada por un grupo de mujeres que pertenecían al Comité Catalina de Jesús y Herrera, el lienzo se colocó en la Iglesia de Santo Domingo, en donde permanece en la actualidad (Herrera, 2010; Fernández-Salvador, 2022).

La remodelación del parque, por otro lado, también tenía que ver con la selectiva obliteración del pasado. En su relato sobre la Virgen de la Escalera, escrito en 1890, el religioso Francisco de Sales Soto argumentaba que en este lugar se encontraba una columna salomónica sobre la que se levantaba una escultura de la libertad. Levantada durante el gobierno de Juan José Flores en conmemoración de la primera constitución del Ecuador, la dedicatoria había sido borrada, en un gesto simbólico que suprimía la memoria del primer presidente de la república (Soto, 1890, 7). En 1909, la columna fue removida del parque. Una antigua fotografía nos acerca a la antigua plaza, entonces un potrero que llevaba como único adorno la escultura salomònica de la época floreana.

Del Pino, I., Compte F., Abad, M.L., Tommerback, M., Cepeda, F., Rocha, P., Ponce J., Peralta, C., Kubes Zak, M. (2009). Ciudad y Arquitectura Republicana del Ecuador 1850-1950. Quito: Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

Fernández-Salvador, Carmen. (2022). Imágenes y lugares sagrados frente a las celebraciones centenarias: tensiones entre la tradición y la ciudad moderna. Tejer República: Historia, Memorias y Visualidades a 200 años de la Batalla de Pichincha. EdiPUCE.

Herrera, G., (2010). El congreso católico de mujeres en 1909 y la regeneración de la nación. En V. Coronel y M. Prieto (Eds.). Celebraciones centenarias y negociaciones por la nación ecuatoriana (pp. 241-264). FLACSO y Ministerio de Cultura.

Kingman, E. (2003). Historia social y mentalidades: Los higienistas, el ornato de la ciudad y las clasificaciones sociales. Íconos (15), 104-113.

Kingman, E. (2006). La ciudad y los otros. Quito 1860-1940: Higienismo, ornato y policía. FLACSO.

Matovelle, J.M. (1910). Imágenes y Santuarios Célebres de la Virgen Santísima en la América Española señaladamente en la República del Ecuador. Tip. Editora de los Talleres Salesianos.

Ortiz Crespo, Alfonso. (2005). “Thomas Reed en Ecuador”, en En busca de Thomas Reed: Arquitectura y política en el siglo XIX. (pp. 89-123). Fondo de Salvamento.

Soto, Francisco de Sales. (1890). La Virgen de la Escalera o Nuestra Señora del Rosario: Reseña Histórica de esta milagrosa imagen. 1600-1872. Quito: Imprenta del Clero.

Tenorio Trillo, M. (1996). 1910 Mexico City: Space and Nation in the City of the Centenario. Journal of Latin American Studies 28 (1), 75-104.

          

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